Con profunda gratitud y admiración, el pasado 7 de mayo, nos congregamos para despedirnos de la Hermana Blanca Olivia Aristizábal, donde recordamos con cariño los años compartidos junto a ella. 

La Hermana Blanca fue parte fundamental de la comunidad parroquial Nuestra Señora del Carmen de Guatapé como miembro de la congregación Franciscana Misionera de María Auxiliadora, donde su noble corazón y su incansable servicio a los más pobres y necesitados han dejado una huella imborrable en nuestras vidas. 

Fue, además, Coordinadora de la Casa Pan y Vida de Guatapé, donde se ganó el aprecio y el cariño de toda la comunidad a través de su dedicación y amor incondicional.

Para recordar la vida y obra de la hermana, se realizó una eucaristía en la que participamos como Administración Municipal, junto con otras instituciones locales. Durante este acto, el alcalde David Esteban Franco Vallejo brindó su acompañamiento y entregó a la familia de la hermana la bandera del municipio como un signo de gratitud y reconocimiento. 

En este momento de despedida, recordamos cada gesto, cada palabra de aliento y cada acto de compasión que la Hermana Blanca compartió con nosotros. Su legado de solidaridad y entrega seguirá inspirándonos y guiándonos en el camino del servicio desinteresado.

Que su ejemplo perdure en nuestros corazones, recordándonos siempre la importancia de tender una mano amiga a quienes más lo necesitan. La partida física de la Hermana Blanca Olivia Aristizábal nos entristece, pero su luz seguirá brillando en el recuerdo y en la labor que continúa en su nombre.